Insólitas ediciones de artistas Siguen siendo uno de
los recursos más notables y ágiles del arte actual
Joan Casellas
publicado en LA VANGUARDIA el domingo, 12 Ade agosto 2007
En el arte moderno son muy frecuentes las ediciones de
artista de tiraje limitado y elaboración cuidada a través
de las cuales grupos o individuos difunden sus ideas. El
surrealismo de los años 30 se debatió y desarrolló en las
revistas La Revolution Surrealiste y Minotaure, y treinta
años después Yves Klein lanzaba su periódico de un solo
día –Dimanche– con el que inmortalizo algunas de sus
mejores ideas.Enla Catalunya de posguerra la vanguardia
resurgía a través de las revista Dau al Set (1948-58) de
la mano de Antoni Tàpies, Modest Cuixart, Joan Ponç,
Joan-Josep Tharrats, Arnau Puig y Joan Brossa, y aún mucho
antes Barcelona sería una de las ciudades dadá gracias a
la revista 491, que Francis Picabia, exiliado en al ciudad
condal, editó en 1917.
Como muestra del interés y persistencia de las ediciones
de artista en sucesivas generaciones vale la pena
rememorarla importante muestra organizada por el KRTU en
1991, Literatures sumergides, que recogía las
publicaciones catalanas de creación desde 1968. Dieciséis
años después con la multiplicación y accesibilidad de las
nuevas tecnologías, desde la fotocopia digital alCD-DVDe
internet la edición de artista o edición independiente
sigue siendo uno de los recursos más notables y ágiles del
arte contemporáneo.
Aglutinadas en Edita estas publicaciones, diseminadas en
multitud de presentaciones artísticas y algunas librerías
especializadas, puntualmente se agrupan en encuentros de
editores independientes, el más importante de los cuales
es Edita, que tiene lugar en uno de los lugares más
remotos de la península Ibérica, entre las marismas del
río Odiel y el océano Atlántico, en la provincia de
Huelva, donde emerge una larga lengua de dunas sobre la
que se asienta el pueblo de Punta Umbría.
Uberto Stabile, poeta valenciano afincado en Huelva, creó
en 1994 con la Asociación Cultural 1900 el Encuentro
Nacional de Editores Independientes y Ediciones
Alternativas. Las dos primeras ediciones se celebraron en
la ciudad de Huelva y la tercera en la Universidad
Internacional de la Rábida, pero fue en Punta Umbría donde
consiguió las condiciones económicas y estructurales
mínimas para garantizar su continuidad.
Como los antiguos ganaderos que dieron lugar a la Feria de
Abril, en Edita, que se celebra por las mismas fechas, se
vende el producto: hay intercambios de publicaciones, se
buscan cómplices para nuevos proyectos, se lanzan
convocatorias, se discuten ideas y por la noche se
celebra. De hecho, Edita son dos encuentros paralelos con
los mismos actores-público: en la parte diurna encontramos
al artista- editor con su proyecto individual o colectivo
de tiraje corto pero por lo general cuidado, y por la
noche al artista rapsoda o performer poniendo en práctica
aquello que con su publicación defiende y difunde.
Consecuencia directa del encuentro es la magnífica
colección de ediciones de artista que Uberto Stabile ha
atesorado para Punta Umbría, que ya supera los quince mil
ejemplares, y que ha sido fuente documental de
exposiciones, como la polémica Desacuerdos en el Macba de
Barcelona el año 2005.
En esta edición se han inscrito 114 editores-artistas de
toda la península Ibérica y Latinoamérica distribuidos en
un apretado programa de cuatro jornadas de mañana, tarde y
noche. Resulta difícil seguir todas las ponencias,
recitales, acciones... imposible. Edita no para de crecer.
Todas sus deserciones son superadas por nuevas
afiliaciones y sobre todo por un amplio grupo de
incondicionales que son exponente de la mejor edición de
artista que se produce actualmente en la península.
La distribución es el problema insoluble de este tipo de
ediciones, que pueden estar contenidas en latas metálicas,
presentar formas voluminosas e irregulares, o ofrecerse en
cuatro tristes fotocopias grapadas en tirajes de 20 a 100
ejemplares. Muchas veces la distribución se limita
exclusivamente a los colaboradores, que posteriormente las
muestran como trofeos en sus exposiciones de artista, o,
por el contrario, son de fácil y necesaria reproducción
personal vía fotocopia o CD. Evidentemente no son un
negocio en términos monetarios, sino estrategias de
comunicación artística.
Entre los editores-artistas más veteranos de Edita podemos
encontrar a Antonio Gómez, destacado poeta visual murciano
afincado en Extremadura que, junto a J. M. Calleja,
representa la mejor continuidad del legado artístico de
Joan Brossa. Sus cuidadas ediciones Píntalo de Verde son
verdaderas exposiciones de poesía visual. Gómez y el
malagueño Paco Cumpian son el ejemplo más persistente de
Edita ya que han participado en todas sus ediciones. Paco
Cumpian, poeta rapsoda que retoma la poesía como un acto
vivo en bares y plazas, edita con cuidada tipografía y
papel selecto El Árbol de Poe, todo un referente en su
campo. Pere Sousa, poeta fonético de Barcelona
especializado en la poesía dadá y el arte correo, rescata
con sus artesanales 598 noticias inéditas de Kurt
Swhitters y poemas visuales olvidados. También es asiduo a
Edita Francisco Eliseda, poeta que dirige el Centro de
Poesía Visual de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) y la
revista Veneno. La madrileña Yolanda Pérez Herrera, poeta
de acción, autora de la impecable Experimenta editada en
formato probeta (un DIN A4 doblado verticalmente), donde
publica poemas y partituras de acción. Rodolfo Franco,
brasileño residente en Mérida, especialista en acrósticos
y palíndromos que publica en su Almanak en papel y en
formato digital, o Koke Vega, de Badajoz, con su
vídeo-revista de acción y poesía La Bolsa. Biblia, de
Tiago Gomes, en formato más convencional, es un
interesante referente de la actividad artística de Lisboa;
La Lata, revista de poemas objeto y otras actividades
artísticas, es efectivamente una lata de conservas editada
por Manuela Martínez y Carmen Palacios en Albacete. La Más
Bella, editada en Madrid por Pepe Murciego y Diego Ortiz
–que se presenta acompañada deunmanual de instrucciones–,
es sin duda la revista má elaborada y compleja, con
catorce años de existencia y cientos de colaboradores.
Cada número, de periodicidad anual, contiene en su
interior, desplegables, objetos, casetes, vídeos,
etcétera. Es lo más cercano a las ediciones Fluxus y ya
figura en colecciones publicas, como La Panera de Lleida.
Edita, surgido el año 1994 en la mesa de un bar de Huelva,
es hoy un encuentro de referencia. Su extenso archivo de
ediciones de artista ha encontrado al fin un edificio
adecuado para su consulta. A Uberto Stabile le espera la
ardua tarea de mantener el espíritu abierto del Encuentro,
afrontar sus límites y obtener recursos a la altura del
nuevo centro cultural que lo acoge, comenzando por una
página web propia de Edita, para que el Encuentro
Internacional de Editores Independientes, además deuna
fiesta artística, sea una fuente de información
permanente.